¿Qué es el tiempo?

Nos imaginamos al tiempo como algo que no podemos ver ni tocar, tan solo percibimos al tiempo como unas agujas de reloj que avanzan sin parar, y vemos al tiempo como nuestro tesoro más preciado, algo que es imposible de recuperar.


Pero hoy prefiero hablar del tiempo desde otra perspectiva, como algo más físico.

Vivimos en un universo en el cual percibimos 3 dimensiones, nos movemos de arriba abajo, de izquierda a derecha y hacia delante y hacia atrás, pero hay una más que también percibimos, una cuarta dimensión más, y es el tiempo.

Las 4 juntas forman el famoso espacio-tiempo, que nos lo podemos imaginar como una especie de tela, la cual se puede estirar. Eso quiere decir que el tiempo se puede dilatar y variar en diferentes regiones del universo y lo más fascinante es que hay regiones en las que incluso se puede llegar a detener como demuestra la teoría de la relatividad general de Einstein.

    
Fig. 1 Represantación gráfica del espacio-tiempo. Fuente: pijamasurf.com

¿Esto quiere decir que se puede viajar en el tiempo? Pues… las matemáticas lo permiten, pero nuestra tecnología y nivel de comprensión del universo hace que sea de momento sólo en nuestra imaginación. 

Podríamos imaginarnos viajar hasta la órbita de un agujero negro y ver que cada minuto allí sean por ejemplo 10 años en la tierra, y que cuando volviésemos a la tierra estuviésemos en otro siglo o en otra época futura, y que para nosotros sólo hayan pasado unos pocos de meses.

O podemos también imaginarnos correr tantísimo que casi alcancemos la velocidad de la luz y que tras un minuto corriendo a esa velocidad, al detenernos, observamos que avanzamos a otro año distinto.
   Fig.2 Dilatación del tiempo. Fuente: whyphysics.com

Pero el tiempo sigue siendo una de nuestras mayores incógnitas, está claro que la dilatación temporal permite viajar hacia el futuro, pero, ¿y viajar hacia atrás? Hay numerosas paradojas acerca de viajes hacia el pasado, como la paradoja del abuelo, que básicamente trata de que si viajamos al pasado y matamos a nuestro abuelo, nosotros no podríamos existir, y con lo cual no podríamos estar matando a nuestro abuelo, y como si de un mecanismo de defensa se tratase el propio universo no permite el viaje hacia el pasado.

Lo que sí sabemos es que el tiempo transcurre hacia delante y que en lo único que debemos pensar es en aprovecharlo, porque como ya bien se dijo, es nuestro tesoro más preciado.


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